
A medida que pasan los años, y aún manteniendo los hábitos alimenticios y deportivos, la pérdida de grasa se nos va haciendo cada vez más difícil. Hay varios factores que provocan que esto ocurra. Los vamos a analizar con detenimiento:
Sarcopenia
Bajo este nombre se esconde un proceso de pérdida de volumen muscular. Éste es probablemente el problema fundamental que afecta a mujeres y a hombres cuando se hacen mayores. Los adultos pierden unos 0,2 kilogramos de músculo al año durante la tercera y cuarta década de su vida, y se ve aumentado hasta los 0,45 kilogramos en personas de más de 50 años (Earle y Baechle-NSCA). Así pues, si una persona de mediana edad aumenta de peso, lo hará en gran medida de tejido adiposo.
Reducción del índice metabólico
Como ya dijimos en el post «La clave está en el DESequilibrio», el índice metabólico en reposo (IMR) o basal se define como las calorías necesarias para mantener las funciones vitales del cuerpo (respiración, función cardíaca y termorregulación). Es decir, sólo por el hecho de mantener nuestro organismo con vida gastamos a lo largo del día una cantidad importante de energía.
Investigaciones realizadas estiman en un 2%-5% la reducción de IMR por década.
Sedentarismo
Actividades que se realizan durante la etapa laboral se ven sustituidas por otras más sedentarias una vez que las personas pasan a la jubilación
Incidamos sobre los factores controlables por nosotros:
Combatamos la pérdida de masa muscular introduciendo en nuestra rutina de ejercicio el trabajo con pesas y actividades funcionales. No se debe tener miedo a ello, contemos con los profesionales cualificados de los gimnasios o con entrenadores personales que establecerán un rutina progresiva y adaptada a cada persona.
Mantengámonos activos durante el día saliendo del estado de confort que nos proporciona el binomio sofá-televisor. Actividades como subir las escaleras de casa en lugar de utilizar el ascensor, bajarnos una parada antes del autobús, utilizar la bicicleta para hacer compras nos proporcionaran un gasto calórico extra que nos ayudará a no coger peso.
Hagamos actividades aeróbicas saludables como caminar deprisa o montar en bicicleta.
Aumentemos nuestra testosterona y adrenalina, y con ello nuestro gasto metabólico, realizando actividades excitantes, diferentes y divertidas.
Pura vida!!!