Hay quien habla de la microbiota intestinal cómo si del segundo cerebro se tratase, yo no diría tanto, pero lo que sí es cierto es que el aparato digestivo es un órgano psico-neuro-endocrino-inmunológico. El desatender nuestra microbiota nos puede afectar en muchos aspectos de nuestra salud.

¿Qué es la microbiota?
La microbiota intestinal es el conjunto de microorganismos que viven en nuestro intestino, más concretamente en nuestro intestino grueso en su gran mayoría. Son en mayor medida bacterias (90%), aunque también hay virus, levaduras y parásitos.
¿Qué función tiene?
Fundamental tiene dos objetivos:1. Complemento digestivo de fibras (carbohidratos). Función digestiva.
2. Modulación del sistema inmunitario.
3. Barrera frente a patógenos.
Trastornos en la microbiota
La afección del sistema digestivo que influye en la flora intestinal se llama DISBIOSIS.
Teniendo en cuenta que tenemos tres tipos de microorganismos en cuanto a la relación que tienen con nosotros: mutualistas (que ayudan), patógenas (que dañan) y comensales (se unen a cualquiera las anteriores); si hay más mutualistas de lo habitual, las comensales colaborarán con éstas, pero si hay más patógenas las comensales ayudarán a dañarnos.
De ahí que sea fundamental no solo tener una gran cantidad de cepas (diversidad) sino también que el número de mutualistas sea el mayor posible.
Otro trastorno relacionado con la microbiota es el SIBO o sobrecrecimiento bacteriano que sucede cuando las bacterias que deberían estar en el colon y en el intestino grueso invaden el intestino delgado provocando desequilibrios.
¿Cómo se ve afectada la permeabilidad intestinal?
El intestino es la principal barrera que tiene nuestro organismo para evitar que los agentes patógenos entren en nuestro cuerpo, así como para permitir que los nutrientes accedan. Por lo que se considera que un intestino es permeable cuando el desequilibrio es tal que permite el paso de agentes dañinos e impide la absorción correcta de nutrientes.
Estudios recientes establecen una relación directa entre la disbiosis y la permeabilidad intestinal.
Cuando la micobiota está sana, ésta cuida de la pared intestinal transformando la fibra alimenticia en ácidos grasos que nutren las células de la pared intestinal (enterocitos). Si la microbiota no es de calidad, no se producen esos ácidos grasos en cantidad suficiente quedándose la fibra en un proceso intermedio (gases) dañando a los enterocitos que provoca que dejen pasar demasiado «material» al torrente sanguíneo (activación del sistema inmune, inflamación de bajo grado,…).
Causas de la permeablidad intestinal
1 Nacimiento no natural por cesárea: durante el embarazo la flora vaginal cambia generando lactobacilus y bifidobacterias que durante el parto colonizan al bebe neonato. Además los tres primeros años de vida son fundamentales porque estas bacterias informan a nuestro sistema inmunitario de lo que es bueno o malo.
2 Ausencia de lactancia materna: la leche materna apoya el proceso proveiendo de azúcares especiales que alimentan esas bacterias.
3 Antibióticos: tras la ingesta de antibióticos la cándida aprovecha para expandirse ya que aquellos eliminan las bacterias tanto malas com buenas.
4 Alimentación excesivamente esterilizada y pasteurizada.
5 No comer alimentos ricos en flavonoides (término genérico con el que se identifica a una serie de metabolitos secundarios de las plantas), que se encuentran en frutas y verduras caracterizadas por ricos colores como arándanos, ciruelas, manzanas, bayas, naranjas, fresas, espinacas,… así como en el chocolate amargo, los frutos secos y el té.
6 Comer productos que dañan la flora: en general los ultraprocesados, destacando entre ellos el alcohol, los azúcares añadidos, grasas industriales y productos con exceso de sal.
Cómo cuidar nuestra microbiota
Si sospechamos que nuestra microbiota no es sana (disbiosis), antes de regenerar con probióticos y prebióticos hay que limpiar el intestino.
Proceso a seguir:
FASE 1: retirar azucares refinados y alcohol que alimentan la cándida (levadura) 5-7 DÍAS
FASE 2: reducir ciertos alimentos ricos en Fodmap’s (carbohidratos de cadena corta fermentables) que se encuentran fundamentalmente: 2-3 DÍAS

- Trigo, centeno, cebollas y ajos: ricos en Fructo-oligosacáridos
(FOS)
- Legumbre: contiene en Galacto-oligosacáridos (GOS)
- Lácteos (principalmente leche): contienen el disacárido, lactosa
- Miel, jarabes, manzanas y otras frutas: contienen el monosacárido, fructosa
- Alimentos light, edulcorantes, peras ciurelas: contienen polioles como el sorbitol, el xilitol, el maltitol y el manito
FASE 3: Aporte de suplemento de probióticos con mucha variedad de cepas y alimentos fermentados sin pasteurizar (chukrut, kefir,..)
FASE 4: basar la alimentación en comida real y variada, e ir reintroduciendo los Fodmap’s poco a poco para controlar los que sientan mal a la microbiota.
Purevita….pura vida
Bibliografía: Guarner F. Microbiota intestinal y enfermedad inflamatoria del intestino. Gastroenterol Hepatol. 2011; 34 (3);147-154.