
El sistema musculoesquelético de la mujer presenta una serie de especificidades que se deben tener muy en cuenta a la hora de la práctica deportiva, tanto en el diseño de los programas de entrenamiento (volúmenes e intensidades) como en la elección de los ejercicios que compongan éstos.
Vamos a repasar algunos de ellos para que tomemos las precauciones necesarias y así evitar molestias y lesiones.
CONVEXIDAD ARTICULAR EN LAS RODILLAS, mecánicamente denominado como piernas en valgo.

Provocadas por menor ángulo entre el cuello del fémur y su diáfasis, pelvis más ancha,y longitud menor del fémur.
CONSECUENCIAS: mayor riesgo de inestabilidad, mayor propensión a lesiones de ligamento cruzado anterior, síndromes femoropatelares y fractura por estrés.
PRECAUCIONES: especial cuidado en actividades de impacto con apoyo de una sola pierna.
ACTUACIÓN: potenciación de los vastos externos del cuadriceps y adductores, control de la pisada ya que se acentúa la pronación, tonificar los estabilizadores de la cadera.
LORDOSIS LUMBAR MUY ACUSADA, zona lumbar excesivamente arqueada

CONSECUENCIAS: mayor riesgo de sobrecargas.
PRECAUCIONES: tener especial cuidado en los ejercicios en que la carga se sitúa por encima de los hombros. Press de hombros, sentadillas, zancadas con cargas,…
ACTUACIÓN: trabajos de corrección postural, potenciar la musculatura profunda del abdomen, toma de conciencia de posiciones de la pélvis (anteversión y retroversión) a la hora de realizar los ejercicios.
SUELO PÉLVICO FÁSICO, falta de tono muscular

CONSECUENCIAS: posibles pérdidas de orina e infecciones de la zona genitourinaria.
PRECAUCIONES: no realizar actividades que supongan impacto (aerobic, carrera, etc.) hasta no haber fortalecido suficientemente la musculatura del suelo pélvico. Mucho cuidado con realizar ejercicios clásicos de abdominales ya que aumentan la presión intraabdominal y pueden provocar un mayor debilitamiento de la zona.
ACTUACIÓN: trabajo específico de la musculatura de suelo pélvico, bien con fisioterapeutas especializados en suelo pélvico o con ejercicios concretos, y una vez conseguido, tener la precaución de activar siempre la musculatura profunda del abdomen antes de realizar ejercicios de elevada intensidad. En próximos post dedicaremos algún monográfico sobre el trabajo de la musculatura de suelo pélvico y sus beneficios.